La intimidación en la investigación amenaza la integridad académica y la innovación. Fomentar la seguridad psicológica, la tutoría y la retroalimentación constructiva puede mejorar la colaboración, garantizando un panorama científico más inclusivo y progresivo.
Colaboración exclusiva con

Esencial para la difusión del conocimiento y el avance de la ciencia, la publicación académica sirve como un hito del progreso científico, que para la simulación de la atención médica impulsa la práctica basada en la evidencia, permitiendo a los investigadores y educadores explorar la literatura, compartir hallazgos, avanzar en el conocimiento y contribuir a su profesión. Aunque el proceso tiene sus desafíos, un problema importante que ha despertado el interés de otros profesionales es la intimidación entre pares, que podría afectar la seguridad psicológica entre los investigadores o impedir que los investigadores más nuevos prosperen. La intimidación percibida o flagrante también amenaza la integridad del proceso de publicación.
La intimidación entre pares puede manifestarse de diversas formas, desde actitudes despectivas hasta críticas duras o presiones más sutiles para ajustarse a los paradigmas imperantes. Tales comportamientos pueden sofocar la innovación, desalentar el discurso abierto y, en última instancia, obstaculizar el avance de la ciencia.
El impacto de la intimidación en la investigación
No se puede exagerar la importancia de la seguridad psicológica en el mundo académico (y otras organizaciones relacionadas con la educación). Cuando falta seguridad en la ciencia de la investigación, la colaboración se reduce considerablemente, puede producirse autocensura y la calidad de la investigación disminuye. (Fiske, 2015). Por el contrario, cuando los investigadores se sienten seguros para expresar sus ideas y hallazgos sin ser ridiculizados o sufrir represalias, es muy probable que se involucren y produzcan un trabajo más creativo e innovador.
El propósito de este artículo es arrojar luz sobre cómo el mundo académico, el desarrollo profesional y otras organizaciones pueden fomentar un entorno inclusivo y colaborativo, esencial para mantener la integridad del proceso científico y garantizar que sea un esfuerzo libre de estrés, colaborativo y abierto.
Estrategias para fomentar la seguridad psicológica
Abordar la intimidación entre pares y fomentar la seguridad psicológica requiere un enfoque colaborativo. Fomentar una cultura en la que se valoren las diversas perspectivas no solo mejora la calidad de la investigación, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades académicas. Fomentar aún más el bienestar significa que las personas deben dejar de lado activamente las tendencias de desconfianza personal, microgestión o comportamientos excesivamente controladores, que reducen la moral, ahogan la creatividad y obstaculizan el progreso colaborativo. Las investigaciones revelan que la microgestión y la desconfianza pueden conducir a altos niveles de estrés y a una disminución del bienestar psicológico entre los equipos (Edmondson y Lei, 2014). Las instituciones pueden beneficiarse de la adopción de estrategias integrales que den prioridad a la inclusión, la retroalimentación constructiva y la tutoría.
Entre las iniciativas clave para contrarrestar la intimidación entre pares se incluyen programas estructurados de mentoría y desarrollo profesional (INACSL, 2021) que ofrecen apoyo y asesoramiento constructivo. Además, las sesiones de formación centradas en prácticas respetuosas de revisión por pares pueden educar a las personas sobre la importancia de las críticas equilibradas y objetivas que promueven en lugar de obstaculizar la investigación científica.
La tutoría (y a menudo el coaching) son fundamentales. Los mentores proporcionan conocimientos sobre la crítica constructiva, ayudando a los alumnos a interpretar los comentarios de forma objetiva y a ver la crítica como una herramienta de aprendizaje en lugar de una afrenta personal (Smith et al., 2019). El coaching experimentado ayuda en el desarrollo de estrategias de afrontamiento, animando a los investigadores a abordar las revisiones con confianza y asertividad, lo que puede mitigar la intimidación de los revisores (Wiley et al., 2017). Además, la tutoría de apoyo crea una cultura de respeto mutuo y colaboración, lo que disminuye las dinámicas de poder jerárquico que a menudo contribuyen a la intimidación (O’Connor y Joffe, 2013). Al reforzar estas estructuras relacionales positivas, la tutoría y el coaching fomentan un entorno más seguro e inclusivo, mejorando así la calidad y la integridad de las publicaciones académicas.
Las instituciones deben aplicar políticas que aborden los casos de intimidación de forma rápida y eficaz. Los mecanismos claros de denuncia y las medidas de protección para los investigadores que expresan su preocupación por la intimidación entre pares son cruciales para mantener un entorno académico positivo y seguro.
Más allá de las políticas, promover diálogos abiertos sobre la seguridad psicológica y la colegialidad entre pares en el ámbito académico puede desmantelar los estigmas y empoderar a los investigadores para que expresen sus preocupaciones o experiencias. Las conferencias y los talleres centrados en la seguridad psicológica en la investigación podrían proporcionar foros para debatir los retos y las mejores prácticas, reforzando el compromiso colectivo con el progreso.
Se podrían implementar medidas para mitigar y eliminar posibles daños. El primer paso sería una comunicación eficaz sobre las expectativas y los resultados. Esto permite que todos entiendan lo que necesitan el principiante y el experto y lo que creen que es el proceso de publicación. Se pueden negociar y sugerir plazos. La comunicación escrita puede servir de guía y de contrato flexible entre los autores.
En última instancia, fomentar un entorno en el que los investigadores se sientan psicológicamente seguros puede allanar el camino para la producción de un trabajo innovador y de impacto. Al abordar activamente la intimidación entre pares y abogar por la seguridad psicológica, la simulación académica y sanitaria puede construir un panorama de investigación más sólido, colaborativo y con visión de futuro.
Referencias
Edmondson, A. C., & Lei, Z. (2014). Psychological safety: The history, renaissance, and future of an interpersonal construct. Annual Review of Organizational Psychology and Organizational Behavior, 1(1), 23-43.
Fiske, S. T. (2015). Perceived intent motivates people to magnify observed harms. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 112(12), 3599–3605.
Hallmark, B., Brown, M., Peterson, D. T., Fey, M., Decker, S., Wells-Beede, E., Britt, T., Hardie, L., Shum, C., Arantes, H. P., Charnetski, M., & Morse, C. (2021). Healthcare simulation standards of best practice: Professional development. Clinical Simulation in Nursing, 58, 5–8. https://doi.org/10.1016/j.ecns.2021.08.007
O’Connor, C., & Joffe, H. (2013). Intercoder reliability in qualitative research: Debates and practical guidelines. International Journal of Social Research Methodology, 16(4), 1-18.Wiley, D., Williams, J., & Sprott, T. (2017). The reviewer’s dilemma: Balancing fairness and critical feedback in academic publishing. Ethics & Behavior, 27(6), 480-491.
LEER TAMBIÉN