Ignacio Del Moral: simulacionista visionario que quiere cambiar el mundo

Redazione SIMZINE
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En esta nueva entrega de nuestra sección SIM Face, nos sumergimos en la historia de Ignacio Del Moral, o como prefiere que le llamen, Nacho. Energía, pasión y un deseo imparable de mejorar el mundo que le rodea son solo algunos de los rasgos que definen a este líder en el campo de la simulación clínica. ¿Qué lo impulsa? ¿Qué sacrificios ha hecho en su camino? Nacho comparte su inspiradora visión sobre el futuro de la formación médica y nos deja ver también un poco de la persona detrás del profesional. ¡Sigue leyendo para conocerlo mejor!

Ignacio del Moral

Ignacio (Nacho) del Moral, MD, PhD. Consultant Anesthesiologist. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Santander, Spain. Former CEO Hospital virtual Valdecilla. Director, Spanish programs Institute for Medical Simulation-Center for Medical Simulation, Boston, USA 

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Hola Ignacio, muchas gracias por dedicar tiempo a nuestros lectores. Nos gusta comenzar con una pregunta simple para romper el hielo: ¿Cómo describirías, en tus propias palabras, quién es Ignacio Del Moral?

¡Hola y gracias por vuestra invitación! Prefiero que me llaméis Nacho… y me considero una persona con energía y entusiasmo para tratar de mejorar el mundo a mi alrededor, aunando personas, construyendo puentes y moviendo hacia adelante proyectos que contribuyan a hacer mejores a las personas y a las organizaciones.

La simulación clínica está revolucionando la forma en que los profesionales de la salud se entrenan y cómo se contiene el riesgo clínico. ¿Cuál fue el momento en tu carrera en el que te diste cuenta de que este era el futuro?

Fue una experiencia profesional al inicio de mi carrera como anestesiólogo y que tuve la fortuna de reflejar en un artículo de la revista Simulation in Healthcare (SiH) en febrero de 2020 titulado “My Simulation Journey: making the impossible possible”. Fue una situación clínica compleja que me sucedió en quirófano con un paciente imposible de ventilar e imposible de intubar. En ese preciso momento me di cuenta que había que transformar la manera en la que los equipos clínicos se entrenan y los profesionales sanitarios aprendemos, esto fue en agosto de 1998, hace ya 26 años. Desde entonces he vivido con la motivación de liderar proyectos para que esta visión se haga realidad.

¿Qué sacrificios personales has tenido que hacer para llegar a donde estás hoy? ¿Hay algo que hubieras hecho diferente?

Lógicamente, cuando alguien se pone como meta transformar el presente, y romper el status quo, siempre hay detrás mucho sacrificio, y todo ese sacrificio vale la pena por un bien mayor, el de la seguridad del paciente y el desarrollo de los profesionales sanitarios. Mi familia ha hecho un enorme sacrificio debido a mis largos viajes, horas de trabajo y preocupaciones. Tengo siete hijos y decidimos irnos a Boston durante un año de formación en simulación médica, al principio no lo entendían, ¡ahora quieren volver! Con relación a si cambiarías algo hubiera hecho algo diferente, quizás en el año 2011, de donde dejé mi labor clínica para dedicarme al 100% a poner en marcha el Hospital virtual Valdecilla: mirando hacia atrás, pienso que me hubiera gustado continuar la relación con el paciente, y en ese momento, la situación lo necesitaba.

El Hospital virtual Valdecilla es uno de los centros de simulación más conocidos en España y a nivel internacional. ¿Cuál ha sido tu contribución?

Desde el Gobierno de Cantabria, en el año 2009, tuvimos la visión de poner en marcha un centro de entrenamiento de alto rendimiento, algo así como los que tienen los deportistas, con la ilusión de contribuir al crecimiento de los equipos clínicos y los profesionales. No había nada y tuve el privilegio de ser propuesto para poner en marcha esta iniciativa. He sido su primer director y mi rol ha sido el de aunar personas, crear una visión y pensamiento estratégico para que el HvV fuera lo que es hoy. Pienso que es el resultado del trabajo de muchas personas del Hospital Valdecilla y el Servicio Cántabro de Salud, así como el apoyo de una red internacional (Center for Medical Simulation, Boston; MedStar, Washington; y Vanderbilt Center for Research and Innovation in Systems Safety) que han puesto por encima de ellas algo más grande: que ningún paciente sufra daño durante la atención sanitaria y que todos los profesionales tengan herramientas para trabajar en equipo y apoyar a sus compañeros.

Como bien saben nuestros lectores, en esta columna destacamos a los profesionales que han tenido –y siguen teniendo– un papel clave en el avance de la simulación dentro del ámbito sanitario. ¿Por qué crees que Ignacio Del Moral merece estar en esta sección?

Bueno, vosotros me habéis invitado a estar aquí -y os lo agradezco- así que quizá sería la revista la que tendría que contestar (sonrisas). Y si tuviera que comentar algo sería que allá por el año 1998 tras un encuentro con David Gaba en Stanford durante un fellowship, envisioné que esta metodología -la simulación clínica- tendría que ser implantada en todas las organizaciones en salud, y he trabajado desde entonces alrededor del mundo para hacer realidad esta visión.

En tu opinión, ¿hasta dónde crees que puede llegar la simulación y crees que algún día podrá sustituir por completo a las experiencias clínicas reales de los estudiantes, un poco como los pilotos antes de un vuelo real?

Pienso que la simulación clínica cada vez va a ir tomando un mayor rol dentro del proceso de formación de los profesionales, tanto en la universidad como durante el periodo de residencia y el desarrollo contínuo de los equipos; esto hace que cuando los estudiantes tengan su primer encuentro con el paciente, estén mucho mejor preparados, tengan una mayor claridad mental, y las decisiones que tomen sean más rigurosas.

No pienso que la simulación vaya a sustituir por completo, y sí pienso, -y además lo veo muy necesario- que cuando el profesional se enfrente a una situación en un paciente, pueda pensar: “esto lo he vivido antes en un contexto de seguridad y he conversado sobre cómo tenemos que trabajar”, el mayor beneficiado será el paciente, el profesional y la organización!!

Tuviste una experiencia formativa en la Harvard Medical School. ¿Es tan diferente la simulación en el extranjero de la que se hace en España o en Europa?

Pienso que en Estados Unidos, la simulación tiene mayor implantación, y de alguna manera por su modelo de organización universitaria y de prestación de servicios sanitarios, la dedicación, profesionalización, y trabajo multidisciplinar de los centros de simulación me da la sensación de que está más implantada que en Europa, España y Latinoamérica.

A veces la simulación se ve como un «juego de médicos» para algunos profesionales tradicionales. ¿Te has encontrado con esta resistencia? ¿Cómo la combates?

Toda resistencia es normal, tiene en el fondo, un sentido, y es que “hasta ahora lo que hecho me ha funcionado”, y la incertidumbre del futuro puede asustar; es un razonamiento muy humano. Ante eso, creo que a la vez de normalizarlo, tenemos que trabajar de manera rigurosa para inspirar ese cambio, tener una narrativa coherente que motive a implementar cualquier cambio de manera razonada y profesional. En mi experiencia, siguiendo un proceso riguroso, muchos profesionales se unen al cambio; y los que no, tienen todo su derecho, y tampoco van a frenar el camino. Pienso que la manera de combatirlo es a través de un pensamiento estratégico y gestionando el cambio de una manera profesional.

¿Qué es lo que todavía hoy te quita el sueño, profesionalmente hablando?

Me gusta esta pregunta, porque me hace reflexionar… voy a tomar un tiempo para responder. Después de un rato de reflexión, me di cuenta que no hay nada que me quite el sueño profesionalmente hablando, jaja, y sí que tengo muchas ilusiones por delante. Por contarte algunas, la de aproximar cada vez más la realidad de las organizaciones sanitarias y la actividad basada en simulación clínica, otra sería el apoyo de los equipos de educación a los profesionales para que puedan ejercer su trabajo apoyados por los equipos y fortaleciendo las relaciones profesionales implantando hábitos como la práctica reflexiva, el debriefing clínico y las conversaciones de aprendizaje en los M&M rounds.

Dada toda tu experiencia, ¿qué le falta aún a la simulación en su proceso de profesionalización?

En este camino de implementación de la simulación, creo que, efectivamente, la profesionalización es una de las claves, y para ello necesitamos por una parte datos, datos que aporten el valor que supone la implantación de una herramienta de cambio, como la simulación, por otra parte, también la profesionalización, significa formar parte de todos los comités de dirección en hospitales y centros universitarios, y para esto se necesitan personas dedicadas, con experiencia.

Solemos terminar la entrevista con una pregunta un tanto descarada. Si no hubieras sido médico ni trabajado en simulación clínica, ¿qué crees que habrías hecho con tu vida?

Me encanta la naturaleza, es el lugar donde encuentro la energía para seguir con ilusión cada mañana, y también me siento muy agradecido por la familia que tengo, así que combinando ambas cosas, pienso que montaría una granja en un lugar paradisíaco, ¡¡por ejemplo Cantabria!!

Muchas gracias por esta agradable charla.

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