Simulación clínica en hospitales españoles: el relato de un encuentro

La simulación clínica en hospitales españoles sigue avanzando, aunque de forma desigual. En el XI Congreso de SESSEP se identificaron tres pilares clave para su consolidación: normativa institucional, estructura funcional y recursos adecuados. Este artículo resume los hallazgos del encuentro y lanza una llamada a la acción para integrar la simulación como estándar formativo, esencial para mejorar la seguridad del paciente y la calidad asistencial.

La simulación clínica es una herramienta reconocida por mejorar la formación de profesionales y la seguridad del paciente. Sin embargo, aunque existen estudios sobre la consolidación de enseñanza con simulación clínica en universidades, estamos muy lejos de conocer realmente el nivel de desarrollo real de esta, más lejos aun cuando hablamos de simulación en hospitales. La simulación en entornos clínicos, no avanza al ritmo deseado a pesar de su eficacia demostrada en la seguridad del paciente y para la formación de profesionales en vías de especialización y equipos clínicos e interdisciplinares, y de las enérgicas recomendaciones ministeriales a favor del uso de la simulación clínica.

En el XI Congreso de la Sociedad Española de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente (SESSEP) que tuvo lugar en Oviedo en abril del 2024, se convocó a expertos clínicos asistenciales para analizar el estado actual de la simulación en hospitales y los desafíos a superar

El análisis de la jornada

Previo al congreso, se distribuyó una encuesta a miembros de SESSEP para obtener datos sobre la simulación en sus centros. Durante la sesión, moderada por dos expertos, se utilizaron los principios del doble diamante para organizar los debates. Los participantes se agruparon según el nivel de desarrollo de la simulación en sus hospitales: novel, intermedio y avanzado. La discusión fue grabada, previo consentimiento de los asistentes, y los retos agrupados según la experiencia de cada grupo.

De los 38 encuestados, el 65% empleaba simulación en diversos servicios hospitalarios. El 73,6% utilizaba la simulación para la formación de residentes y el 78,9% para la formación continuada. En la sesión participaron 28 profesionales, de los cuales el 42,9% representaba hospitales con un nivel novel de simulación, el 28,56% con un nivel intermedio y el 28,56% con un nivel avanzado.

La detección de necesidades en hospitales

Los hospitales con un nivel de simulación novel identificaron la necesidad de contar con recursos y espacios adecuados, así como de definir el lugar de la simulación dentro de la estructura organizativa. En el nivel intermedio, se destacó la falta de programas formativos consistentes y la necesidad de un responsable dedicado. Los centros avanzados subrayaron la importancia de la investigación en simulación y la colaboración con otros hospitales e industrias tecnológicas, así como amparar la simulación clínica bajo una estructura basada en los estándares de calidad como por ejemplo la INACLS o ASPIH

Detectando necesidades para avanzar:

Tras la unificación de los retos, fueron organizados en tres pilares para el desarrollo de la simulación en hospitales:

1. Normativa ministerial y apoyo institucional: A pesar de su reconocida eficacia, la simulación aún carece de un respaldo institucional consistente. Es crucial que las autoridades sanitarias establezcan normativas claras que impulsen la integración de la simulación en los programas de formación y proporcionen los recursos necesarios para su desarrollo. Los hospitales necesitan apoyo para crear unidades de simulación funcionales y sostenibles.
2. Estructura funcional definida: Los programas de simulación deben tener una estructura funcional dentro de los hospitales, ya sea como unidades independientes o formando parte del organigrama, como grupos de trabajo, etc., que permita desarrollar su actividad de forma coordinada, facilitando programas sostenibles y transversales a todos los profesionales de la institución.
3. Recursos: La falta de personal formado, técnicos especializados y espacios dedicados sigue siendo un obstáculo importante. Los hospitales deben contar con los medios necesarios para que la simulación sea una herramienta efectiva y accesible.

Conclusiones y transferencia a nuestra realidad. Llamada a la acción.

Todos los participantes, aunque conscientes del gran recorrido que todavía tiene la simulación clínica en los hospitales, manifiestan la necesidad de la creación de un grupo de trabajo de simulación hospitalaria para crecer conjuntamente en su consolidación y conseguir avanzar en la seguridad del paciente. Este documento sirve de guía para posicionar el nivel en el que se encuentra la simulación en cada uno de los hospitales y los retos futuros que le quedan por avanzar.

Pero esto no es un hecho aislado en España, SESSEP ha estado presente en la reciente firma del acuerdo de Consenso Global sobre Simulación Sanitaria liderado por SSH y SESAM , donde se ha aunado el apoyo generalizado a la simulación clínic a por distintas sociedades y resalta la necesidad de apoyo de forma global por parte de las formaciones políticas. Este consenso encarna un gran esfuerzo político de colaboración para promover la simulación en la asistencia sanitaria y la seguridad del paciente.

Además de seguir trabajando y aumentando la calidad de la simulación clínica, el Ministerio de Sanidad Español, como ya existe en otros países y a nivel de diversas comunidades autónomas en España, debe ser consciente de que

la simulación no es una opción sino un deber formativo cuyos beneficios en pro de la seguridad del paciente se extienden al personal sanitario y a la población en general.

Consideraciones finales

Podemos concluir que la instauración de la simulación clínica en los hospitales es desigual, pero avanza inexorablemente y que los ejes principales para el desarrollo de la simulación a nivel hospitalario radican en 3 pilares fundamentales: (1) Normativa ministerial y apoyo Institucional, (2) estructura funcional definida e (3) inversión en recursos humanos y materiales. Sólo mediante un apoyo robusto y coordinado podremos garantizar que la simulación se convierta en un estándar para la formación sanitaria, contribuyendo así a una mejora en la seguridad del paciente y en la calidad asistencial.

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