En el Grado en Obstetricia de la Universidad de Milán, sede de Mantua, la simulación está cambiando la formación de las futuras matronas. Gracias a la llegada de un simulador de cuerpo entero y altamente tecnológico, los estudiantes pueden ahora practicar en entornos seguros y realistas, experimentando el parto en posiciones alternativas y manejando emergencias obstétricas. Este enfoque no solo garantiza una preparación técnica, sino también empática, permitiendo respetar las necesidades de las mujeres durante el parto. La innovación y la seguridad se unen para formar profesionales de calidad.
He aprendido que la gente puede olvidar lo que uno dice, la gente puede olvidar lo que uno hace, pero la gente nunca olvidará cómo uno la hizo sentir.
Maya Angelou
Esta famosa frase de Maya Angelou capta un principio fundamental aplicable no solo a la vida cotidiana, sino también al ámbito de la formación profesional, incluida la sanitaria. La capacidad de crear un entorno de aprendizaje seguro y empático es esencial, especialmente para los estudiantes de profesiones sanitarias. El objetivo no es solo enseñar competencias técnicas, sino también promover la seguridad, la confianza y la conciencia profesional.
Ya en el siglo XIII, Madame Du Coudray, una pionera de la obstetricia, concibió uno de los primeros simuladores para la enseñanza de la obstetricia. Su modelo, llamado «La Machine», permitía a las matronas practicar en un entorno protegido y seguro. Esta intuición, extraordinariamente innovadora para la época, demuestra que la necesidad de simular la práctica clínica siempre ha estado en el centro de la formación obstétrica. Hoy, en el siglo XXI, esta necesidad es más que nunca actual, gracias también a la llegada de tecnologías avanzadas que hacen de la simulación un elemento fundamental de la enseñanza.
La formación en obstetricia: entre la práctica y la innovación
La formación básica de las futuras matronas tiene como objetivo prepararlas para gestionar tanto el parto fisiológico como el patológico. En Italia, el programa de estudios de Obstetricia se caracteriza por un riguroso sistema de evaluación de competencias. Esta evaluación se lleva a cabo principalmente en dos momentos fundamentales: los exámenes de prácticas, estructurados según el modelo OSCE (Objective Structured Clinical Examination), y el examen estatal de habilitación. Durante los tres años de formación, los estudiantes deben completar un total de 2040 horas de prácticas de campo, un requisito que no solo les permite poner en práctica lo aprendido, sino también experimentarse como profesionales en un contexto real. Además, para acceder al examen de Estado, cada estudiante debe haber asistido de forma autónoma a al menos 40 partes. Estos requisitos garantizan una sólida base de experiencia, fundamental para afrontar los retos de la profesión.
Sin embargo, la experiencia práctica sobre el terreno no siempre es suficiente para cubrir todas las posibles situaciones clínicas. Por esta razón, en los últimos años se ha hecho más hincapié en la necesidad de integrar momentos de aprendizaje en entornos protegidos. La simulación representa una herramienta indispensable para ofrecer a los estudiantes la posibilidad de practicar en condiciones controladas, mejorando la seguridad de las prestaciones y la calidad de la asistencia prestada.
La importancia de la simulación en la formación
IEn el curso de grado en Obstetricia de la Universidad de Milán (sección de Mantua), la introducción del simulador Noelle (S574.100 Gaumard), un maniquí de cuerpo entero de alta tecnología, marcó un punto de inflexión en la enseñanza. Gracias a este simulador y a la posterior creación de una cabina de control para supervisar las sesiones, ha sido posible desarrollar un itinerario formativo basado en el aprendizaje en un entorno protegido.
Noelle permite reproducir con gran realismo diversas situaciones clínicas, como el manejo de emergencias obstétricas y el parto en posiciones alternativas. Este innovador enfoque ha permitido ampliar las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes, que pueden adquirir competencias prácticas sin riesgo de comprometer la seguridad de los pacientes.

Parto en posiciones alternativas: un proyecto de formación innovador
Uno de los aspectos más interesantes introducidos gracias a Noelle es el proyecto de formación que prevé la asistencia al parto en posiciones alternativas, como la de pie o de costado. Tradicionalmente, el parto se maneja en posición litotómica, es decir, con la mujer acostada boca arriba y las piernas elevadas. Sin embargo, numerosos estudios demuestran que respetar las preferencias de la parturienta es crucial para garantizar una experiencia positiva y segura.

De hecho, la literatura científica respalda la importancia de dejar que la mujer adopte la posición que le resulte más cómoda durante el parto. Este enfoque no solo facilita el proceso fisiológico, sino que también reduce el riesgo de complicaciones y mejora la satisfacción de la paciente. Sin embargo, para poder asistir un parto en posiciones alternativas, es necesario que la partera tenga un profundo conocimiento de la anatomía de la pelvis, el perineo y las maniobras adecuadas para la liberación de los hombros.
Gracias a nuestra Noelle, ha sido posible crear escenarios realistas en los que los estudiantes pueden practicar la asistencia al parto en diferentes posiciones. Este tipo de simulación permite desarrollar la destreza necesaria y adquirir seguridad en las técnicas requeridas, sin el estrés que conlleva la presencia de una paciente real.

Ventajas de la simulación para la formación de futuras matronas
El uso de la simulación ofrece numerosas ventajas en la formación de las futuras matronas. En primer lugar, permite crear un entorno de aprendizaje sin riesgos para las pacientes, en el que las estudiantes pueden cometer errores y aprender de ellos sin consecuencias negativas. Este enfoque es especialmente útil para hacer frente a situaciones clínicas complejas, como las emergencias obstétricas, que requieren intervenciones rápidas y precisas.
Además, la simulación promueve el aprendizaje activo, estimulando a los estudiantes a reflexionar sobre sus acciones y mejorar sus habilidades. Las sesiones de simulación pueden grabarse y analizarse durante las sesiones informativas, lo que ofrece una oportunidad única de aprendizaje basado en la experiencia directa.
Otro aspecto importante es la posibilidad de estandarizar la formación. Gracias a los simuladores, es posible garantizar que todos los estudiantes tengan la oportunidad de practicar en una amplia gama de escenarios clínicos, independientemente de las oportunidades que ofrezca la formación práctica. Esto es especialmente relevante en un contexto como el italiano, donde el acceso a ciertas experiencias clínicas puede variar significativamente entre las diferentes estructuras sanitarias.
Una futura basada en la innovación y la empatía
La simulación no es solo una herramienta didáctica, sino un medio para promover un enfoque centrado en la persona. Formar a matronas capaces de adaptarse a las necesidades de las mujeres durante el parto significa garantizar una atención no solo eficaz, sino también respetuosa y empática.
Como señaló Maya Angelou, las personas no olvidan cómo las hace sentir. Este principio también se aplica a las mujeres que viven la experiencia del parto. Gracias a la simulación, las futuras matronas pueden desarrollar las competencias necesarias para ofrecer una atención que respete la fisiología del parto y, al mismo tiempo, responda a las expectativas y necesidades emocionales de las pacientes.
En un mundo en el que la tecnología desempeña un papel cada vez más importante, la introducción de herramientas de simulación como Noelle representa un paso adelante hacia una formación sanitaria de calidad. El futuro de la obstetricia está en manos de profesionales que, gracias a la simulación, podrán garantizar una atención segura, competente y empática, asegurándose de que cada mujer recuerde no solo lo que se hizo, sino sobre todo cómo se sintió durante uno de los momentos más importantes de su vida.
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