En SIMZINE, nuestro objetivo es arrojar luz sobre lo que realmente implican las diferentes funciones profesionales en la simulación médica. En este artículo, exploramos las responsabilidades diarias de un presidente de ventas a través de la experiencia de Sil Fon Tang. Desde conferencias internacionales y demostraciones de productos en directo hasta reuniones estratégicas y coordinación de equipos, Sil Fon nos acompaña en un viaje para descubrir cómo la innovación, los viajes y la formación se unen para mejorar la educación sanitaria y la seguridad de los pacientes. Este relato personal arroja luz sobre los retos, las recompensas y el impacto de trabajar en un campo en el que la tecnología más avanzada ayuda a salvar vidas cada día.
La gente suele preguntarme a qué me dedico. Cuando les digo que trabajo en simulación médica, las respuestas varían mucho. Algunos asienten educadamente, fingiendo entenderlo. Otros preguntan: «¿Así que… fabricas robots médicos?». No exactamente. En MEDICAL-X creamos simuladores de pacientes y entrenadores de tareas de alta tecnología que ayudan a los profesionales médicos a practicar habilidades que salvan vidas en un entorno seguro. Pero explicar lo que hago es una cosa, y experimentarlo es otra muy distinta.

Si tuviera que describir mi trabajo con una sola palabra, sería «dinámico». No hay dos días iguales. Bueno, en realidad hay una constante: los viajes. Paso casi la mitad de mi tiempo saltando de una zona horaria a otra, volando de China a Estados Unidos, haciendo escala en Europa y, a veces, con apenas tiempo para deshacer la maleta antes de volver a salir. Ya sea en una conferencia con nuestro propio stand o apoyando a nuestros distribuidores en los suyos, mi misión es siempre la misma: demostrar, formar y mostrar al mundo por qué la simulación médica no solo es importante, sino esencial.
El arte de la demostración
Demostrar el funcionamiento de los simuladores sanitarios es todo un arte. No basta con pulsar unos botones y decir: «¡Mirad, se mueve!». No, se trata de contar una historia. Cuando presento uno de nuestros simuladores de pacientes de alta fidelidad, no me limito a explicar sus características, sino que guío a los asistentes a través de situaciones reales.
Imagínese esto: está en una sala de exposiciones abarrotada, rodeado de dispositivos que pitan y de profesionales médicos ansiosos por ver las últimas innovaciones. Delante de usted está nuestro simulador de neonatos, NENASim. Pulsas un botón y, de repente, el pequeño bebé empieza a ponerse azul: hipoxia. La frecuencia cardíaca desciende. El público se inclina hacia delante. Ves cómo sus expresiones pasan de la curiosidad a la preocupación. No es solo un maniquí, es una herramienta de formación que enseña a los profesionales sanitarios cómo responder a situaciones de la vida real. Y cuando explico cómo los equipos de la UCI neonatal pueden utilizar este simulador para salvar a recién nacidos frágiles, sé que he captado su atención.

De la fábrica a las salas de conferencias
Cuando no estoy de viaje, estoy en nuestra sede central en los Países Bajos. Visitantes de todo el mundo, como profesionales médicos, distribuidores y líderes del sector, acuden a nuestra fábrica con ganas de ver nuestros simuladores en acción. Les recibimos con todos los honores: visitas guiadas, formación práctica y explicaciones detalladas sobre cómo se fabrican nuestros productos. Una cosa es ver un simulador en un folleto y otra muy distinta es presenciar de primera mano cómo damos vida a la formación médica.
También organizamos jornadas de empresa, en las que reunimos a nuestros socios distribuidores y usuarios finales para que conozcan mejor cómo podemos satisfacer sus necesidades. Estos eventos son una forma fantástica de fortalecer las relaciones y garantizar que nuestros socios comprendan perfectamente cómo utilizar y promocionar nuestros productos de forma eficaz.

Además de las demostraciones y los viajes, también formo parte del equipo directivo. Junto con el director general y el director de producción, miro constantemente hacia el futuro:
- ¿Qué es lo próximo en simulación médica? ¿Nuevos productos? ¿Nuevas tendencias del mercado?
- ¿Qué necesitan los clientes?
- ¿Cómo podemos ampliar los límites de la tecnología de formación?
Estas son las preguntas que nos hacen seguir adelante.
Las dos grandes ferias

Enero siempre es un mes frenético. Comienza con la IMSH en Estados Unidos, la mayor conferencia de simulación médica del mundo. Es nuestro escenario para presentar nuestras últimas innovaciones, reunirnos con nuestros distribuidores globales y conectar con clientes que sienten la misma pasión que nosotros por la simulación. Es una semana de reuniones consecutivas, emocionantes presentaciones de productos y una oportunidad para ver lo que está pasando en el sector.
Y justo cuando creo que voy a tener un respiro, llega Arab Health. Celebrada en Dubái, es la oportunidad perfecta para reunirnos con distribuidores de Oriente Medio, Norte de África e incluso de lugares tan lejanos como Pakistán. Es un lugar donde los negocios se mezclan con la cultura y donde se forjan alianzas entre cafés y conversaciones. Además, es una oportunidad para ponernos al día con otros fabricantes de simulación y ver qué nuevas soluciones están surgiendo.
El equipo detrás de las cámaras
Aunque soy yo quien viaja, dirige las demostraciones y se reúne con los clientes, mi trabajo sería imposible sin el apoyo de un equipo dedicado que trabaja entre bastidores. Cada departamento desempeña un papel fundamental para ayudarme a hacer mi trabajo de forma eficaz.
Nuestros compañeros de marketing y medios de comunicación se aseguran de que nuestro mensaje llegue al público adecuado. Gracias a su trabajo (vídeos, folletos, contenido en redes sociales), puedo entrar en un stand de una conferencia sabiendo que nuestra marca y nuestros productos ya hablan por sí mismos.
El departamento de operaciones de ventas es el pilar que mantiene todo organizado. Cuando tengo reuniones consecutivas en diferentes zonas horarias, ellos se aseguran de que se realicen los seguimientos, se envíen los presupuestos a tiempo y no se pase nada por alto.
La experiencia clínica también es esencial. Confío en nuestros especialistas en productos médicos para aportar autenticidad y profundidad a nuestras sesiones de formación. Cuando hago presentaciones a médicos o enfermeros, es su experiencia en el mundo real la que valida lo que ofrecemos y ayuda a generar confianza entre los usuarios finales.
Y luego, por supuesto, está el equipo de ingeniería y producción. Ellos convierten los conceptos en los simuladores que yo presento en todo el mundo. Cuando hago una demostración de un dispositivo, sé que estoy mostrando algo que se ha fabricado con cuidado, precisión y un profundo conocimiento de lo que necesitan los profesionales médicos.
En resumen, puede que sea la cara visible de nuestra empresa en muchas situaciones, pero solo soy una parte de un esfuerzo mucho mayor, que me permite centrarme en lo que mejor sé hacer: conectar con las personas y mostrarles el impacto de la simulación médica.
Por qué me encanta este trabajo
A pesar de los constantes viajes y las largas jornadas, no cambiaría este trabajo por nada.
La simulación médica es más que un negocio: es una misión.
Tengo la oportunidad de trabajar con personas de todo el mundo, cada una con su propia trayectoria y cultura, pero todas unidas por el mismo objetivo: proporcionar una mejor formación a los profesionales sanitarios para, en última instancia, mejorar la calidad de la atención.
Uno de los momentos más gratificantes es ver el impacto que tienen nuestros simuladores. Algunos médicos me han contado cómo nuestros dispositivos han mejorado los tiempos de respuesta de sus equipos en situaciones de emergencia. He visto a enfermeras ganar confianza en sus habilidades porque han practicado con nuestros simuladores antes de enfrentarse a situaciones reales. Y cuando oigo que nuestras soluciones de formación han contribuido a salvar vidas, me reafirmo en mi decisión de dedicarme a esto.
Al fin y al cabo, eso es lo que me motiva. Porque cuando ayudamos a formar a un médico, una enfermera o un socorrista, no solo vendemos un producto, sino que contribuimos a un futuro en el que se podrán salvar más vidas. Y si eso significa otro vuelo, otro huso horario y otra demostración, ¡pues mejor que empiece a hacer las maletas!
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