El diseño de escenarios en la educación basada en simulación suele ser una tarea laboriosa y poco coherente. En este artículo se analiza cómo un centro de simulación en Italia transformó su enfoque del diseño de escenarios al adoptar una plataforma basada en la nube y diseñada específicamente para la educación mediante simulación: iRIS. Este caso práctico destaca cómo unas herramientas estructuradas y alineadas con las mejores prácticas pueden mejorar la eficiencia, impulsar la participación del profesorado y aumentar la calidad general del aprendizaje basado en simulación. La experiencia ofrece un modelo para otros centros que buscan mejoras escalables y sostenibles en el diseño educativo.
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El ECG que faltaba
Son las 8:25 de la mañana, cinco minutos antes de que comience una simulación. El equipo está listo, los alumnos están en camino y el instructor hace una última comprobación, solo para darse cuenta de que falta la impresión del ECG. Comienza una búsqueda frenética: correos electrónicos, memorias USB, carpetas antiguas. El archivo existe, en algún lugar, pero ¿qué versión? ¿Se actualizó la semana pasada? ¿Alguien se olvidó de adjuntarlo?
Este tipo de prisas de última hora son muy habituales en la educación basada en la simulación. A pesar de utilizar plantillas detalladas y las mejores prácticas, muchos centros se enfrentan a archivos fragmentados, formatos inconsistentes y un control deficiente de las versiones. Lo que debería ser una experiencia educativa optimizada puede convertirse rápidamente en un quebradero de cabeza logístico: se pierde tiempo, aumenta el estrés y se pone en riesgo la calidad del aprendizaje.
El problema con nuestro proceso de diseño de escenarios
El diseño de escenarios de simulación es una tarea que requiere mucho tiempo y, a menudo, horas de trabajo por parte de instructores cualificados. En SIMNOVA, el centro de simulación de la Universidad del Piamonte Oriental en Novara (Italia), seguíamos una plantilla detallada basada en las mejores prácticas en educación mediante simulación, que abarcaba los objetivos de aprendizaje, los datos de los pacientes, los signos vitales y los puntos de análisis.
A pesar de esta estructura, el proceso era inconsistente e ineficiente. Los instructores interpretaban la plantilla de forma diferente, dejando a menudo secciones incompletas o mal formateadas. Los escenarios se almacenaban como archivos individuales de Word o PowerPoint, dispersos en dispositivos personales, y los materiales clave, como los resultados de laboratorio o las imágenes, se perdían con frecuencia en los correos electrónicos o se olvidaban en memorias USB.
El control de versiones era un reto constante. Sin un repositorio central, identificar el archivo más actualizado era una tarea aleatoria. La reutilización de escenarios anteriores era poco frecuente; a menudo era más rápido empezar desde cero que buscar en carpetas antiguas. Como observó el Dr. David Grant, expresidente de SESAM, estábamos atrapados en un ciclo de «reinventar la rueda».
Los intentos de estandarización mediante plantillas y revisión por pares fracasaron al no contar con herramientas de aplicación eficaces. Las agendas apretadas, los diferentes conocimientos tecnológicos y los errores humanos seguían socavando la coherencia. Con el tiempo, nuestra biblioteca de escenarios se fragmentó, con una calidad y una usabilidad variables, lo que dificultaba la colaboración entre instructores y la hacía propensa a errores.
En busca de una solución mejor
A principios de 2024, sabíamos que necesitábamos un método más eficaz para diseñar escenarios. Nuestro equipo era innovador y la administración de la universidad apoyó la exploración de nuevos enfoques. Consideramos la posibilidad de crear una plataforma personalizada: una base de datos o una aplicación web específica para nuestras necesidades. Imaginamos una ubicación central para toda la información de los escenarios, los archivos multimedia adjuntos y el seguimiento de las revisiones. Sin embargo, desarrollar una solución personalizada parecía una tarea abrumadora. Requería una gran experiencia en TI, financiación y tiempo, sin garantía de compatibilidad futura con la tecnología de simulación ni de un mantenimiento adecuado a largo plazo.
También examinamos las herramientas que ya conocía nuestro equipo, que anteriormente utilizaba CAE LearningSpace. Esta herramienta funciona bien para la grabación audiovisual y la gestión de la programación y las necesidades de información, y nos preguntamos si también podría gestionar el contenido de los escenarios. Lamentablemente, LearningSpace no estaba diseñado para la creación colaborativa y la creación de contenido estructurado. Esto significaba que seguiríamos subiendo archivos de Word y viviendo con todos los antiguos problemas de inconsistencia y confusión entre versiones.
Probamos soluciones más sencillas, como carpetas compartidas en la nube y Google Docs. Una unidad compartida proporcionaba una única ubicación de almacenamiento, pero no garantizaba la coherencia ni facilitaba el proceso de redacción. Google Docs ofrecía colaboración en tiempo real, lo que resolvía una pequeña parte del problema, pero seguíamos utilizando nuestra complicada plantilla en un documento en línea. Seguíamos teniendo que formatear todo manualmente y recordar cada detalle que debíamos incluir. Además, la colaboración en un documento genérico conllevaba el riesgo de sobrescribir accidentalmente el contenido o de que se produjeran problemas de formato. Necesitábamos algo creado específicamente para el diseño de escenarios de simulación.
Al acercarse el verano, llegó la conferencia SESAM 2024 en Praga, y un taller nos llamó la atención: «Estandarización del diseño de escenarios con IA: uso del sistema de diseño basado en la nube iRIS», dirigido por el Dr. Kim Leighton, director ejecutivo del ITQAN Simulation Centre, usuario de iRIS, y Alexandra Clark, del equipo de iRIS. Parecía muy similar a lo que necesitábamos, así que lo añadimos a nuestro plan para la conferencia.
Descubriendo iRIS en SESAM 2024
La sesión de iRIS en SESAM 2024 nos proporcionó información muy valiosa. Aunque figuraba como un taller promocionado para la industria, la sala estaba llena de educadores en simulación que, como nosotros, buscaban soluciones a los retos del diseño de escenarios. En cuestión de minutos, los ponentes describieron exactamente nuestras dificultades y demostraron cómo su plataforma podía resolverlas.
Su demostración en directo mostró una plantilla estructurada pero dinámica, que guiaba a los usuarios de forma lógica a través de cada elemento del diseño de escenarios. Reconocimos muchas secciones de nuestra propia plantilla, pero aquí el software dirigía el proceso, lo que hacía difícil pasar por alto secciones. Esto ofrecía la estructura integrada que queríamos para garantizar escenarios completos y coherentes.
Lo que más nos impresionó fue que no se trataba solo de una forma mejor, sino de un sistema totalmente integrado para el desarrollo de escenarios. iRIS se alineaba con los marcos de buenas prácticas de simulación establecidos, como los estándares INACSL e ASPiH, incorporándolos al flujo de trabajo de la plataforma. Para los educadores que habían trabajado duro para enseñar y aplicar esos estándares manualmente, esto era muy tranquilizador. La plataforma parecía fomentar automáticamente las buenas prácticas, lo que podía reducir la carga de desarrollo de nuestro profesorado.
Nos sorprendió saber que más de 2000 autores de simulaciones en todo el mundo ya utilizaban iRIS. ¿Cómo es que no habíamos oído hablar de ello antes? (Más tarde nos dimos cuenta de que iRIS había tenido una fuerte adopción temprana en el Reino Unido entre redes con las que no estábamos conectados). Su uso generalizado nos dio la confianza de que se trataba de una plataforma madura con una base de usuarios en crecimiento.
Nos interesó especialmente la biblioteca «FairShare»: una colección de escenarios aportados por los usuarios y disponibles para todos los usuarios de iRIS. El presentador mostró cómo se podía importar un escenario existente con IA y modificarlo rápidamente para su uso local, personalizando los nombres de los hospitales, los signos vitales o traduciendo el contenido al italiano. Esto respondía directamente a nuestro reto de empezar cada diseño desde cero.
Las conversaciones con otros asistentes que habían implementado iRIS fueron alentadoras. Un educador del Reino Unido mencionó la capacidad de iRIS para generar archivos de escenarios compatibles con su software de maniquíes. Esto era algo que no habíamos considerado antes.
Al final de la conferencia, estábamos convencidos del potencial de iRIS. Todavía teníamos que evaluar los costes, la seguridad de los datos y la aceptación del equipo, pero las ventajas parecían lo suficientemente importantes como para seguir adelante.
Implementación de iRIS en SIMNOVA
Después de regresar de Praga y completar las revisiones administrativas y las consultas de TI, obtuvimos una licencia de iRIS para SIMNOVA. En pocas semanas, nuestras cuentas estaban listas y se programaron las sesiones de formación del personal.
La formación resultó muy sencilla. Las instrucciones paso a paso de la plataforma permitieron que incluso los compañeros con menos conocimientos tecnológicos se adaptaran rápidamente. Muchos miembros del personal docente comentaron que utilizarlo era como completar una encuesta bien diseñada con indicaciones útiles (excepto que esta «encuesta» generaba un escenario de simulación completo). Este diseño intuitivo redujo las barreras para participar en la creación de escenarios. Los médicos que antes se mostraban reticentes ganaron confianza con iRIS, ya que el software garantizaba que no se pasaran por alto componentes críticos y les permitía consultar ejemplos de la biblioteca para orientarse en la estructura.
Comenzamos a transferir los escenarios existentes a iRIS utilizando la función de importación de IA. A medida que añadíamos detalles al formato estructurado de iRIS, descubrimos áreas que no habíamos documentado bien anteriormente, como métricas de rendimiento claramente definidas. La plantilla nos pidió que incluyéramos esta información, lo que mejoró el escenario durante la transferencia. Adjuntamos todos los archivos de apoyo directamente en iRIS, asegurándonos de que todo quedara consolidado. Tras migrar otros escenarios de uso frecuente, vimos inmediatamente el valor de la centralización. Ahora, cuando preparamos las sesiones, simplemente iniciamos sesión en iRIS, donde todos los materiales necesarios están organizados de forma clara y actualizada.
Ampliación de la biblioteca de escenarios compartidos
En los meses siguientes a la implementación, la biblioteca de escenarios de SIMNOVA creció significativamente en número y variedad, con la participación de un equipo multidisciplinar. La creación de nuevos escenarios se hizo más eficiente y menos tediosa. La duplicación de escenarios existentes o el uso de plantillas predefinidas facilitó mucho el desarrollo de variaciones. Si queríamos un escenario diferente de dolor torácico, podíamos partir de nuestro caso básico de síndrome coronario agudo, duplicarlo y modificar detalles específicos. Esto supuso un ahorro de tiempo considerable. En los primeros seis meses, nuestra colección de escenarios se amplió mucho más rápido que antes. Muchas ideas que antes se consideraban demasiado laboriosas de desarrollar se implementaron. El proceso optimizado fomentó la creatividad y una gama más amplia de escenarios.
También accedimos a la biblioteca FairShare de iRIS para obtener ideas y contenido. Cuando necesitábamos escenarios en áreas de experiencia limitada, como las emergencias neonatales, podíamos buscar en la biblioteca global y, a menudo, encontrar casos subidos por otras instituciones que podíamos utilizar como punto de partida. Los duplicábamos en el espacio de trabajo de SIMNOVA, los revisábamos y los adaptábamos a nuestro entorno específico, traduciendo el lenguaje, alineándolos con los protocolos clínicos italianos o ajustando los detalles para que se ajustaran a nuestro equipo. Siempre se citaba a los autores originales, manteniendo la integridad académica, mientras que nosotros ajustábamos libremente el contenido a nuestras necesidades educativas. A través de la plataforma, nos sentimos conectados con una comunidad más amplia de educadores en simulación.
Mayor coherencia y calidad en la creación de contenidos
Una de las mejoras más notables fue la mayor coherencia en el diseño de los escenarios en todo nuestro equipo. El formato estructurado de iRIS se convirtió en nuestro nuevo estándar. Todos los escenarios, tanto los creados por profesores experimentados como por autores noveles, seguían el mismo diseño (en su mayoría el formato Mini-Sim) e incluían el mismo tipo de información. Esto tuvo un efecto significativo: todo nuestro equipo abordó el diseño de escenarios con un marco común. Todos sabíamos dónde encontrar los objetivos de aprendizaje, los cronogramas de eventos, las indicaciones para los participantes, las guías de análisis y los criterios de evaluación.
Estandarización de los procesos de formación del profesorado
La implementación de iRIS también cambió la forma en que formábamos a los nuevos instructores. Actualizamos nuestro programa de desarrollo del profesorado para incluir la formación en iRIS como requisito. Contrariamente a nuestras preocupaciones, a los nuevos instructores les resultó más fácil aprender a diseñar escenarios con iRIS que con nuestra antigua plantilla manual. El propio software se convirtió en un profesor: completar cada sección les ayudó a comprender su importancia. Por ejemplo, los nuevos tutores aprendieron la importancia de los objetivos de aprendizaje específicos y medibles gracias a los campos específicos de iRIS con ejemplos y opciones predefinidas. Al utilizar la plataforma, los alumnos aprendieron implícitamente las normas de diseño de simulaciones integradas en el sistema.
Esto supuso la tan ansiada estandarización de la formación. Todos los participantes en el faculty development aprenden el mismo sistema para crear escenarios, lo que crea unas condiciones más equitativas. Aunque la creatividad y los conocimientos clínicos varían naturalmente, la estructura fundamental y el proceso de creación siguen siendo los mismos. Los nuevos instructores fueron capaces de diseñar escenarios de forma independiente más rápidamente. Antes, podían necesitar varios intentos supervisados durante muchos meses antes de sentirse seguros. Ahora, tras breves talleres de iRIS, suelen redactar escenarios con una supervisión mínima, guiados por la plataforma. Cuando se necesita ayuda, los mentores pueden acceder fácilmente a los escenarios de forma remota para ofrecer comentarios o sugerir modificaciones.asily access scenarios remotely to provide comments or suggest edits.
Hacia un futuro colaborativo en el diseño de simulaciones
Nuestra evolución, desde las dificultades con documentos separados e incoherentes hasta el uso eficaz de una plataforma especializada en el diseño de escenarios, ha transformado nuestro enfoque de la educación basada en la simulación en SIMNOVA. Lo que comenzó como un esfuerzo por solucionar un proceso que requería mucho tiempo, acabó revitalizando y simplificando considerablemente nuestras prácticas.
Reflexionando sobre esta experiencia, apreciamos que el éxito de la simulación depende tanto del proceso subyacente como del contenido clínico o educativo. Siempre hemos contado con educadores apasionados y conocedores, capaces de crear experiencias de aprendizaje valiosas, pero nuestro método de diseño y gestión necesitaba una actualización significativa. Al mejorar el proceso, el desarrollo y la entrega de contenidos mejoraron de forma natural.
A veces, invertir en la infraestructura adecuada permite a su equipo alcanzar su potencial de formas inesperadas.
Nuestro profesorado es ahora más productivo y se centra más en la creatividad, nuestras simulaciones se imparten de forma más coherente y eficaz, y nuestros alumnos se benefician de experiencias educativas más pulidas y bien organizadas.
A medida que seguimos ampliando nuestra biblioteca, nos sentimos conectados a un movimiento colaborativo más amplio de diseño de simulaciones. Eventos como SESAM nos conectan con otras personas que comparten esta visión, mientras que herramientas como iRIS permiten la colaboración transfronteriza. Imaginamos redes de simulación en las que el desarrollo de escenarios se convierta en un esfuerzo global compartido, en el que las mejoras de un equipo beneficien rápidamente a los demás.
Si desea obtener más información sobre este proyecto, póngase en contacto con:
- Federico Lorenzo Barra – federico.barra@med.uniupo.it
- Giovanna Rodella – giovanna.rodella@uniupo.it
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- irissimulationauthoring.com
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