Alimentarse como un Pac-Man con oportunidades de la vida cotidiana y profesional para mejorar nuestras habilidades no técnicas y mejorar la performance clínica
Verano de 2018, estaba preparando mi tesis en Ciencias de la Educación y la Formación. El tema fue la evaluación de competencias transversales. Utilicé el término “ISFOL” (Instituto para el Desarrollo de la Formación de los Trabajadores, 1997, ahora Instituto Nacional de Análisis de Políticas Públicas), después de la MasterClass en Simulación les hubiera llamado habilidades no técnicas, o incluso non-technical skills para ser internacional!
La tipografía venía dictada por indicaciones académicas: interlineado, tipo de letra, maquetación… y ¿cómo enriquecer la apariencia de tantas páginas anónimas? Después de todo, las humanidades apenas permiten la creación de gráficos elaborados, histogramas de dispersión, ni tan siquiera el diagrama de Kiviat más «genial» (o gráfico de radar).
Los expertos en public speaking enfatizan la importancia de un diseño atractivo y los únicos datos numéricos que podía usar para insertar cualquier gráfico, lleno de colores brillantes que podrían atraer la atención del comité de examen, -¡e incluso del ponente! – se refería al capítulo “Err is Human”, con clara referencia al libro de Linda Kohn. Aeronáutica: El 80% de los accidentes de aviación son atribuibles al factor humano (ENAC “Seguridad en vuelo”). Atención médica: hasta el 70% de todos los errores se pueden atribuir a factores humanos (Gestión de recursos de crisis para mejorar la seguridad del paciente 2005).
Esto explica cómo nació el gráfico, un hermoso pastel, con una porción grande (nos quedamos con el 70%, ya que soy «healthcare oriented» !!) en color amarillo y una pequeña (30%) para representar errores de carácter técnico…
El siguiente paso fue la creación del Powerpoint para usar durante la discusión… Gracias a la enésima búsqueda de looks interesantes, probé con el fondo negro de las diapositivas, pero cuando llegué a la diapositiva con el gráfico, sucedió que la porción del 30%, que había teñido de negro para separarla claramente del amarillo, se… ¡Perdió en el fondo! Aquí, con un poco de rotación, apareció… ¡El famoso (y de mi edad…) Pac-Man!
Nuestro Pac-Man, como dice la traducción literal del nombre con el que se comercializó en Japón (pakupaku = cerrar y abrir la boca), es una «criatura amarilla esférica» (Wikipedia) que en su recorrido de juego se come numerosos puntos, en algunas circunstancias incluso ¡fantasmas, cerezas, fresas y otras frutas!
Haciendo un resumen, ¿qué tenemos? Una criatura amarilla, hecha de non-technical skills, que hace malabarismos a lo largo de un camino más o menos laberíntico, esquivando fantasmas. Y como Pac-Man, se alimenta de puntos, es decir, en ocasiones, de oportunidades, de la vida cotidiana, sea privada o profesional. En algunas circunstancias tiene tanta «hambre» que se come las mismas habilidades técnicas que son una parte complementaria de nosotros. El Capitán Antonio Chialastri, refiriéndose a las habilidades técnicas de la tripulación de vuelo, afirma que, si bien son esenciales e insustituibles, estas deben complementarse con las no técnicas, que pueden marcar la diferencia entre un «accidente evitado» y un desastre [Factor Humano 3. Trabajo en equipo en entornos de alto riesgo].
La teoría de Pac-Man significa exactamente eso: ¡nuestras habilidades NO técnicas son tan abrumadoras que podrían borrar aquellas técnicas!
Significa que he pasado los últimos años de mi vida profesional aumentando mis conocimientos técnicos, compré decenas de libros y manuales, asistí a webinars (dada la época… ¡suspiro!) y eventos residenciales, que simplemente pueden ser «comidos» por una habilidad no técnica. Eso significaría arriesgarme a tirar por la borda años y años de tecnicismos en favor de una habilidad que probablemente adquirí en quién sabe qué «agencia de formación», más o menos formal.
The Pac-man theory representa la paradoja de la vida, pasada a aumentar conocimientos específicos y cada vez más técnicos, a intentar desarrollarlos en habilidades (digo «intentar» porque hace veinte años que no somos capaces de hacerlo… La encuesta PISA -Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes-, realizada en 2000 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, mostró que Italia está significativamente por debajo del promedio de otros países de la OCDE), para luego revelar, especialmente en contextos de trabajo altamente complejos (aviación, salud, plantas de energía nuclear, etc.), que los mejores son aquellos con… un Pac-Man más fuerte.
Así que cuidado de no anular todas nuestras habilidades técnicas debido a la escasez de NTS. Es lo que vemos en el campo de la simulación en medicina, donde las oportunidades de éxito son completamente eliminadas, digeridas, por una performance insuficiente desde el punto de vista de la toma de decisiones, resolución de problemas, trabajo en equipo o comunicación.
En la resolución de escenarios de alta fidelidad, como sucede en el simulador aeronáutico, no emergen aquellos que tienen unas habilidades técnicas considerables, sino aquellos que gestionan su propio Pac-Man, los que explotan sus habilidades transversales.
La teoría del Pac-Man también puede encontrar manifestación en otros ámbitos, siempre que insistimos en el mundo desmesurado del saber, nos olvidamos que éste es -más o menos conscientemente- anulado por nuestro ser, el ser humano. Recordemos a Don Abbondio, que hizo alarde de superioridad cultural, para ocultar NTS incompletos.
Invertimos parte de nuestro tiempo en desarrollar NTS, porque en el esquema negro de la vida, profesional o no, nos harán buenos jugadores. Podríamos derrotar a los fantasmas, pero también acumular puntos/éxitos adicionales que aparecerán, incluso de forma inesperada, a lo largo del laberinto.