Simulación y teatro: una nueva sinergia

Redazione SIMZINE
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Una fusión de teatro y simulación médica. iSimulate REALITi360 se convierte en «actor», gracias a su participación en el espectáculo ‘En el imperio de las medidas’ de Ateliersi

Por definición, el mundo del teatro y el de la simulación clínica están destinados a cruzarse. En ambos casos trabajamos sobre el reflejo de la realidad, creando una metanarrativa que por un lado es el núcleo de la expresión artística y por otro es el requisito previo para el aprendizaje y la formación en el ámbito sanitario.

Ya habíamos hablado de cómo los recursos teatrales pueden ser útiles en la representación de escenarios clínicos, especialmente la implicación de los actores en el papel de pacientes estandarizados. Sin embargo, la fusión entre teatro y simulación médica ha alcanzado un nuevo nivel: ya no están los recursos humanos en el centro de esta relación, sino los propios simuladores, que se han convertido en los protagonistas de la puesta en escena.

El espectáculo ‘En el imperio de las medidas’ de Ateliersi ha reunido a dos sectores diferentes, que sin embargo son mucho menos distantes de lo que podría pensarse. Esta obra, representada en el Teatro degli Storchi de Módena del 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2022, y luego repetida en el espacio del colectivo de Bolonia del 17 al 20 de enero de 2023, ha integrado por primera vez un simulador en la estructura narrativa, elevándolo a un papel de personaje dentro de la trama.

‘En el imperio de las medidas’, de y con Fiorenza Menni y Andrea Mochi Sismondi, explora la vida y personalidad de la poeta rusa Marina Cvetaeva, a través de sus propias palabras, entretejiendo sus poemas y escritos en prosa en la representación escénica. El complejo y doloroso camino existencial de Cvetaeva (separada de su esposo durante la revolución de octubre, se vio obligada a enviar a un orfanato a su hija menor, quien murió poco después de hambre; intentó emigrar al extranjero, pero una vez de regreso en su tierra natal se le oponen la autoridades, y morirá por suicidio en 1941 sin tener más noticias de su marido y de su hija mayor) se narra a través de diferentes ‘Marinas’, cada una de las cuales encarna una faceta distinta de la poetisa rusa.

El hilo conductor de todas estas presencias en el escenario es REALITi360 de iSimulate, el simulador que monitoriza constantemente los latidos del corazón de los personajes. Esto se debe a que en la producción de Tsvetaeva «el corazón está muy presente, no tanto como un asunto sentimental o en una lógica erótica afectiva, sino físicamente, como un elemento pulsante de vida, esperanza, aspiraciones, lucidez». Por eso, era necesario un recurso escénico para representar «la fuente de la palabra poética», como explica Mochi Sismondi.

De ahí surgió la pregunta: pero ¿cómo se representa el corazón? ¿Qué estratagema es posible utilizar para que el público se identifique con el corazón del personaje en escena? La respuesta la dio Paolo Innocenti, CEO de SoFraPa, empresa especializada en el suministro de simuladores para entrenamiento médico, de rescate y seguridad corporativa, mediante el uso de iSimulate REALITi360. El simulador de electrocardiograma permitió construir una dramaturgia paralela, ya que, una vez liberada de la limitación de monitorear parámetros fisiológicos reales, Menni y Mochi Sismondi pudieron construir otro nivel del texto.

Gracias también a los consejos de los entrenadores de enfermería y primeros auxilios, se decidió medir la frecuencia cardíaca, la oxigenación, la presencia de dióxido de carbono, la cantidad de respiraciones por minuto y la presión arterial de las diversas personificaciones de Marina Tsvetaeva, a fin de potenciar las emociones que sienten.

Los electrodos de REALITi360 pasan de un carácter a otro, para que el público nunca se pregunte si se trata de un auténtico electrocardiógrafo. La ficción se hace evidente solo en la última escena, durante la cual se retiran los electrodos pero el simulador permanece activo, haciéndose cargo del «corazón de los que ha monitoreado» y llevándolo a la muerte, convirtiéndose así en el sexto actor en escena, un presencia autónoma con mensaje propio.

En palabras de Paolo Innocenti, «es interesante ver un dispositivo como iSimulate REALITi360 implicado en otro tipo de lenguaje». La discusión entre Innocenti, Menni y Mochi Sismondi exploró el potencial dramatúrgico del instrumento y condujo a la construcción de la partitura, como si el simulador fuera un personaje real de la trama. «REALITi360 es perfecto para este espectáculo, porque tiene ese grado de abstracción, la representación de signos vitales, que funciona muy bien desde el punto de vista escénico, pero también es una herramienta muy agradable desde el punto de vista estético», dice Mochi Sismondi.

¿Cuáles podrían ser los desarrollos de esta nueva sinergia entre simulación y teatro? Tanto en la simulación como en el teatro, se pide a participantes y espectadores respectivamente que entren en la narración para estar preparados para pensar que lo que experimentan o ven en la sala de simulación o en el escenario es cierto, lo que en la jerga técnica se define como la suspensión de la incredulidad. Por lo tanto, será interesante explorar en el futuro cómo estas dos dimensiones, que ya se superponen de muchas maneras, pueden compenetrarse aún más. Desde pacientes simulados hasta actores reales. El uso de simuladores con fines artísticos, así como médicos, abre una nueva perspectiva en la que el imaginario y los niveles de significado se mezclan y entrelazan, enriqueciéndose mutuamente.

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